Conversaciones con una lectora

Conversaciones con una lectora

Publicado en lavoz.com.ar
El primer artículo que Paula Varsavsky publicó en un diario de gran tirada fue una crónica sobre el tiempo que el escritor Eugene O’Neill pasó en Buenos Aires a inicios del siglo 20. Varsavsky tenía 23 años y con ese gesto anticipaba parte de su futuro trabajo: aunar periodismo y literatura de un modo en que es difícil saber dónde empieza uno y donde termina la otra.
Varsavsky es escritora y posiblemente esa sea una de las herramientas que pone en juego a la hora de entrevistar a sus colegas. Conoce el oficio y sabe construir conversaciones a las que los lectores asistimos con placer. Especializada desde hace años en literatura anglosajona, la escritora argentina ha mantenido charlas con diferentes autores, registrando esos momentos en grabaciones de las que iban surgiendo notas periodísticas para diversos diarios.
Quizás uno de los aspectos más difíciles que enfrenta un buen entrevistador es el momento, frustrante, en que el espacio asignado (determinada cantidad de palabras) nos obliga a elegir qué, de todo lo conversado, será volcado en papel. Decidirlo no es sencillo; implica sensibilidad y respeto. No es extraño que quien ha vivido ese momento fantasee con la idea de, en algún futuro impreciso, publicar completo el material que surgió de ese encuentro. Paula Varsavsky logró hacerlo y eso ya es motivo de festejo. En Las mil caras del autor. Conversaciones con grandes narradores de hoy podemos disfrutar de esas entrevistas sin las limitaciones de espacio que suele imponer el periodismo.
Varsavsky resume su trabajo en una frase: “Entrevisto a escritores, movilizándome hasta sus países y lugares cotidianos para comprender el universo personal de cada uno”. Estas entrevistas han implicado un desplazamiento físico (un viaje) y un desplazamiento interno (el grado en que la periodista se sumergió en la obra de cada escritor). En cada relato, Varsavsky incluye un dibujo del escenario y de los pasos previos al encuentro. Cómo llegó a ese autor, cómo lo contactó, cuál fue su respuesta, cómo fue el primer encuentro: una sucesión de detalles que nos permite construir una escena y sentir que, de algún modo, estuvimos ahí. Las últimas líneas del prólogo de Las mil caras del autor pueden servir como un pequeño manual de periodismo. “Llegar a cada personalidad sin fórmula fija requirió todas las veces un método nuevo”.
El resultado de la aplicación de ese método siempre nuevo, construido sobre el territorio, son 14 entrevistas con importantes narradores de la literatura anglosajona realizadas entre 1998 y 2008 en diferentes escenarios de los Estados Unidos y Gran Bretaña.
Más allá de los temas esperables en estas conversaciones (el método de trabajo, las propias lecturas, la concepción del oficio de escritor), aparecen otros que se van repitiendo a lo largo de las charlas: el aborto, la discriminación, el racismo, la homofobia, las clases sociales, el sistema educativo. Varsavsky sabe que un verdadero encuentro no puede atarse a un cuestionario y que es su presencia (en tanto periodista y escritora pero, fundamentalmente, en tanto lectora) lo que permite que la comunicación se dé y que entrevistado, entrevistador y lectores nos reunamos en un espacio que nunca existió pero que finalmente sucede.
La charla con Joyce Carol Oates luego de superar la dificultad inicial de contactar a alguien que “no recibe ni llamados por teléfono, ni faxes, ni e-mails”; la admiración de Michael Cunningham por Borges; Doctorow y su definición de la novela (“un acto de ficción, una acto de intuición, de empatía y de comprensión”). Ali Smith, la hija de un electricista y una conductora de colectivos, la menor de siete hermanos en una familia proletaria de Escocia; Russell Banks y sus planteos sobre la falta de conciencia de clase en los Estados Unidos; Hanif Kureishi y sus reflexiones sobre la identidad; Siri Hustvedt y su interés por el neuropsicoanálisis; William Boyd y su trabajo en el mundo del cine.
Cada escritor es abordado como un mundo a conocer. A los autores mencionados se suman David Lodge, Esther Freud, David Leavitt, Francisco Goldman y Edmund White. Posiblemente la mejor entrevista es la de Richard Ford. Un perfecto relato en el que el escritor habla de su vida, su amistad con Raymond Carver, su deseo de juventud de entrar a la CIA o el FBI y el modo en que hoy lo afecta la dislexia.
Un libro como Las mil caras del autor se disfruta al leerlo y se disfruta también después, cuando se recorre el extenso territorio de nuevas lecturas que ha sugerido.
Paula Varsavsky es escritora y periodista. Nacida en Argentina, hizo la escuela secundaria en la ciudad de Nueva York. Ha publicado las novelas Nadie alzaba la voz (1994) y El resto de su vida (2007).